martes, 20 de marzo de 2018

Africanidad y globalización

En un mundo globalizado no se puede ser sin saber donde se está. Una pincelada poética la da Francisco Tarajano con este poema. AFRICANIDAD

Que no me las acerquen al Estrecho,
que no me las encierren en rectángulos.
Dejen mis Islas en piélago abierto
arrulladas por el sonoro Atlántico.

Que no me las enrejen en trapecios
en golfos y sirtes mediterráneos.
Dejen mis Islas en sus propios términos
hacia tres continentes oteando.

Africanas quiero verlas,
no las quiero trasterradas;
atlánticas quiero verlas,
yo no las quiero alienadas.

No las pongan en recuadros
en mazmorras asfixiadas.
Déjenlas con su azul manto
en aguas limpias ancladas.

Que no me las acerquen de Gibraltar al Estrecho,
que no me las coloquen en el mar Mediterráneo;
que mis Islas son ocho ventanas de un cielo abierto
hacia tres continentes en dulce amistad hermanos.

No las lleven al Estrecho,
no las pongan entre barras.
Déjenlas tal cual están,
déjenlas tal cual estaban.

Déjenlas en libertad.
No las quiero aherrojadas.
No las lleven más cerca
de las costas gaditanas.
Déjenlas en donde están.
Déjenlas en donde estaban.

Yo quiero por siempre verlas
donde por natura están.
Yo quiero por siempre verlas
donde desde siempre estaban.

Que siempre nos fue mejor
mirar hacia el más allá,
a tierras americanas.
Que siempre nos fue peor
mirar al lado de acá
y esperar algo de España.

Que Europa ya es polución.
América es la esperanza.
Que Europa es ancla de corrupción.
África, quilla de las esperanza.


Francisco Tarajano

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